19 de mayo de… 1564

El 19 de mayo de 1564 el príncipe Carlos, hijo del rey Felipe II, firma su testamento en Alcalá de Henares dejando una dote a Mariana Garcetas, causante de su caída en el Palacio Arzobispal de Alcalá.

Como ya se ha comentado en otras efemérides, después de su caída persiguiendo a la hija del Alcaide del Palacio Arzobispal y su milagrosa recuperación por medio de la intercesión de fray Diego de San Nicolás, el príncipe Carlos, partió hacia Madrid a mediados del mes de julio 1562.

Su salud, que se había recuperado en Alcalá, se volvió a quebrar. Desde su vuelta a Madrid repentinos ataques febriles acosaban al príncipe. Intentando volver a recuperar la salud fue enviado nuevamente a Alcalá en octubre de 1563.

Esta vez, su estancia en Alcalá no se vio acompañada de una rápida mejoría, todo lo contrario, las fiebres aumentaron y su estado llegó a ser tal que llegó a hacer testamento tal día como hoy de 1564, estando en cama, en el Palacio Arzobispal.

Gracias a este testamento, sabemos que el príncipe Carlos «soñó» que San Diego se le presentaba en sueños. También gracias a ese testamento conocemos el cariño del príncipe por la villa de Alcalá en la que había pasado sus tres primeros años de vida y varios más repartidos en su adolescencia, la villa en la que había vuelto de la muerte, por lo que hizo grandes donaciones de dinero a instituciones y congregaciones religiosas de Alcalá.

Y curiosamente en el testamento dejó una dote a Mariana Garcetas, la doncella causante de su caída en el Palacio Arzobispal de Alcalá de Henares.

En él dice que, aparte de los mil ducados que ya le había mandado, donaba a María Garcetas, que en ese momento estaba en el Monasterio de San Juan de la Penitencia de Alcalá de Henares, mil ducados más si entraba como religiosa del Monasterio o tres mil ducados si se casase.

El texto original del testamento dice así:

«En el nombre de Dios amen. Notorio sea á todos los que esta pública scriptura de testamento vieren ó oyeren como yo Don Cárlos por la gracia de Dios hijo primogénito de el Rey Don Philippe, mi padre y mi señor, Príncipe heredero que soy en sus reinos y señoríos de España, Italia, Estados de Flándes, y de las Islas de el mar Mediterráneo y de todas las Indias y Tierrafirme del mar Océano, que llaman el Nuevo Mundo, etc.

[…]

Iten [Del mismo modo] mando, que sobre mil ducados que el Rey mi señor me hizo merced de mandar librar á Mariana de Garcetas, doncella, que al presente está en el monesterio de señor San Juan de la Penitencia de la villa de Alcalá de Henares, para ayuda á su casamiento ó entrar en religion, que si entrare en ella se le den otros mil ducados con que se compre alguna renta de que ella pueda gozar para socorrerse de las necesidades que en particular tuviere; y si se casare, se le den tres mil ducados, de manera que para casarse tenga de dote cuatro mil ducados, y si entrare en religion tenga dos mil ducados.

[…]

Iten por cuanto en el año pasado de mil y quinientos y sesenta y dos, estando yo en la villa de Alcalá de Henares tan enfermo que tuve por llegada mi muerte, prometí á Dios que si él fuese servido darme salud que daria á los monesterios de nuestra Señora de Monserrat, y de nuestra Señora de Guadalupe y al de el Crucifijo de señor San Agustin de la cibdad de Búrgos, á cada uno tres arrobas de oro y nueve de plata, y al monesterio de señor San Francisco de la dicha villa de Alcalá de Henares, do está el cuerpo de el padre que llaman Sancto Fray Diego, prometí en limosna otras tres arrobas de oro y tres de plata; y despues que nuestro Señor fué servido librarme de tan grave enfermedad, deseando cumplir mi voto y promesa, supliqué al Rey mi señor fuese servido mandarlo pagar, y S. M. me hizo merced de encargarse de cumplir el dicho mi voto y de pagar á los dichos monesterios las dichas doce arrobas de oro y treinta de plata; y porque deseo que ansí se cumpla, declaro que si al tiempo de mi muerte no se hobieren pagado, que el Rey mi señor prometió como he dicho de cumplirlo, y que los dichos monesterios ocurran á S. M., á quien de nuevo suplico cuanto puedo me haga merced de mandar que se paguen para que mi voto se cumpla.

[…]

En la Villa de Alcalá de Henares en las casas arzobispales della en viérnes diez é nueve dias del mes de mayo, año del nascimiento de nuestro Señor Jesucristo de mili é quinientos é sesenta é cuatro años, el muy alto é muy poderoso Señor nuestro Don Carlos por la gracia de Dios Príncipe de España, Italia, y de la Baja Alemania, y de las Islas Indias y Tierrafirme de los mares Mediterráneo y Océano, señor deste nombre, hijo primogénito de la Majestad del Rey Don Felipe Segundo, nuestro señor, estando en la cama á lo que parecia enfermo con el buen sexo y entendimiento que Dios le dió, su Alteza dió y entregó á mí Domingo de Zavala, escribano de cámara de S. M. de los que residen en su Consejo Real, é su escribano é notario público, esta escriptura de pargamino cerrada con cuerdas de seda blanca y sellada por dos partes con el sello de las armas de S. A., la cual dijo ser de cinco pliegos, y que la primera foja está blanca, y las ocho siguientes todas escriptas, y en la décima postrera la plana primera della, y que todas las planas escritas, están firmadas de su mano; y dijo y declaró S. A. que esta dicha escriptura es su testamento cerrado y su última voluntad, y que por tal su testamento le otorgaba y otorgó, y que quería y quiere que todo lo en él contenido se guarde, cumpla y ejecute segund é como en él se contiene, y que se abra despues del fin de sus dias y no ántes. Y en fée dello lo firmó de su nombre, siendo presentes por testigos el doctor Don Martin Ramos, rector del colegio mayor y de la universidad desta villa de Alcalá, y el doctor Don Fernando de Balbas, abad mayor della, y el padre fray Alonso de Ontiveros, rector del colegio de señor Santo Tomás, y el padre maestro fray Mancio, catredático de prima de Santa Teología, y el doctor Araoz, comisario general de la Compañía de Jesus, y el padre fray Luis de Estrada, rector del colegio de San Bernardo, y el padre fray Juan de Andrada, guardian de San Francisco desta villa, testigos llamados y por mí el dicho escribano rogados para ello, que asi mismo firmaron aquí de sus nombres. Va enmendado o diz que esta.

Digo que fué testigo á lo susodicho el doctor Pedro de Balbas, catredático de Teología, por falta del doctor Araoz, que no lo fué, y firmólo.

YO EL PRÍCIPE».


Más efemérides del 19 de mayo:

El 19 de mayo de 1559 se comunica al Cabildo de la iglesia Magistral de Alcalá de Henares la Bula del papa Pablo IV por la que nombra un prebendado, cosa que no acepta el Cabildo.

El 19 de mayo de 1609 la incorrupción de las Santas Formas es testificada oficialmente.

El 19 de mayo de 1662 se produce una gran tormenta sobre Alcalá, cayendo un rayo en la ermita del Cristo de los Doctrinos, sin ocasionar daños. Con este motivo se estableció la «Fiesta del rayo» que duró hasta 1909.

El 19 de mayo de 1687 el Ayuntamiento de Alcalá de Henares toma posesión oficial de la concesión del Título de Ciudad.

El 19 de mayo de 1987 se celebra el III Centenario de la concesión del Título de Ciudad, el mismo día en el que tres siglos antes tomó posesión de él el Ayuntamiento.

19 de mayo de… 1564

El 19 de mayo de 1564 el príncipe Carlos, hijo del rey Felipe II, firma su testamento en Alcalá de Henares dejando una dote a Mariana Garcetas, causante de su caída en el Palacio Arzobispal de Alcalá.

Como ya se ha comentado en otras efemérides, después de su caída persiguiendo a la hija del Alcaide del Palacio Arzobispal y su milagrosa recuperación por medio de la intercesión de fray Diego de San Nicolás, el príncipe Carlos, partió hacia Madrid a mediados del mes de julio 1562.

Su salud, que se había recuperado en Alcalá, se volvió a quebrar. Desde su vuelta a Madrid repentinos ataques febriles acosaban al príncipe. Intentando volver a recuperar la salud fue enviado nuevamente a Alcalá en octubre de 1563.

Esta vez, su estancia en Alcalá no se vio acompañada de una rápida mejoría, todo lo contrario, las fiebres aumentaron y su estado llegó a ser tal que llegó a hacer testamento tal día como hoy de 1564, estando en cama, en el Palacio Arzobispal.

Gracias a este testamento, sabemos que el príncipe Carlos «soñó» que San Diego se le presentaba en sueños. También gracias a ese testamento conocemos el cariño del príncipe por la villa de Alcalá en la que había pasado sus tres primeros años de vida y varios más repartidos en su adolescencia, la villa en la que había vuelto de la muerte, por lo que hizo grandes donaciones de dinero a instituciones y congregaciones religiosas de Alcalá.

Y curiosamente en el testamento dejó una dote a Mariana Garcetas, la doncella causante de su caída en el Palacio Arzobispal de Alcalá de Henares.

En él dice que, aparte de los mil ducados que ya le había mandado, donaba a María Garcetas, que en ese momento estaba en el Monasterio de San Juan de la Penitencia de Alcalá de Henares, mil ducados más si entraba como religiosa del Monasterio o tres mil ducados si se casase.

El texto original del testamento dice así:

«En el nombre de Dios amen. Notorio sea á todos los que esta pública scriptura de testamento vieren ó oyeren como yo Don Cárlos por la gracia de Dios hijo primogénito de el Rey Don Philippe, mi padre y mi señor, Príncipe heredero que soy en sus reinos y señoríos de España, Italia, Estados de Flándes, y de las Islas de el mar Mediterráneo y de todas las Indias y Tierrafirme del mar Océano, que llaman el Nuevo Mundo, etc.

[…]

Iten [Del mismo modo] mando, que sobre mil ducados que el Rey mi señor me hizo merced de mandar librar á Mariana de Garcetas, doncella, que al presente está en el monesterio de señor San Juan de la Penitencia de la villa de Alcalá de Henares, para ayuda á su casamiento ó entrar en religion, que si entrare en ella se le den otros mil ducados con que se compre alguna renta de que ella pueda gozar para socorrerse de las necesidades que en particular tuviere; y si se casare, se le den tres mil ducados, de manera que para casarse tenga de dote cuatro mil ducados, y si entrare en religion tenga dos mil ducados.

[…]

Iten por cuanto en el año pasado de mil y quinientos y sesenta y dos, estando yo en la villa de Alcalá de Henares tan enfermo que tuve por llegada mi muerte, prometí á Dios que si él fuese servido darme salud que daria á los monesterios de nuestra Señora de Monserrat, y de nuestra Señora de Guadalupe y al de el Crucifijo de señor San Agustin de la cibdad de Búrgos, á cada uno tres arrobas de oro y nueve de plata, y al monesterio de señor San Francisco de la dicha villa de Alcalá de Henares, do está el cuerpo de el padre que llaman Sancto Fray Diego, prometí en limosna otras tres arrobas de oro y tres de plata; y despues que nuestro Señor fué servido librarme de tan grave enfermedad, deseando cumplir mi voto y promesa, supliqué al Rey mi señor fuese servido mandarlo pagar, y S. M. me hizo merced de encargarse de cumplir el dicho mi voto y de pagar á los dichos monesterios las dichas doce arrobas de oro y treinta de plata; y porque deseo que ansí se cumpla, declaro que si al tiempo de mi muerte no se hobieren pagado, que el Rey mi señor prometió como he dicho de cumplirlo, y que los dichos monesterios ocurran á S. M., á quien de nuevo suplico cuanto puedo me haga merced de mandar que se paguen para que mi voto se cumpla.

[…]

En la Villa de Alcalá de Henares en las casas arzobispales della en viérnes diez é nueve dias del mes de mayo, año del nascimiento de nuestro Señor Jesucristo de mili é quinientos é sesenta é cuatro años, el muy alto é muy poderoso Señor nuestro Don Carlos por la gracia de Dios Príncipe de España, Italia, y de la Baja Alemania, y de las Islas Indias y Tierrafirme de los mares Mediterráneo y Océano, señor deste nombre, hijo primogénito de la Majestad del Rey Don Felipe Segundo, nuestro señor, estando en la cama á lo que parecia enfermo con el buen sexo y entendimiento que Dios le dió, su Alteza dió y entregó á mí Domingo de Zavala, escribano de cámara de S. M. de los que residen en su Consejo Real, é su escribano é notario público, esta escriptura de pargamino cerrada con cuerdas de seda blanca y sellada por dos partes con el sello de las armas de S. A., la cual dijo ser de cinco pliegos, y que la primera foja está blanca, y las ocho siguientes todas escriptas, y en la décima postrera la plana primera della, y que todas las planas escritas, están firmadas de su mano; y dijo y declaró S. A. que esta dicha escriptura es su testamento cerrado y su última voluntad, y que por tal su testamento le otorgaba y otorgó, y que quería y quiere que todo lo en él contenido se guarde, cumpla y ejecute segund é como en él se contiene, y que se abra despues del fin de sus dias y no ántes. Y en fée dello lo firmó de su nombre, siendo presentes por testigos el doctor Don Martin Ramos, rector del colegio mayor y de la universidad desta villa de Alcalá, y el doctor Don Fernando de Balbas, abad mayor della, y el padre fray Alonso de Ontiveros, rector del colegio de señor Santo Tomás, y el padre maestro fray Mancio, catredático de prima de Santa Teología, y el doctor Araoz, comisario general de la Compañía de Jesus, y el padre fray Luis de Estrada, rector del colegio de San Bernardo, y el padre fray Juan de Andrada, guardian de San Francisco desta villa, testigos llamados y por mí el dicho escribano rogados para ello, que asi mismo firmaron aquí de sus nombres. Va enmendado o diz que esta.

Digo que fué testigo á lo susodicho el doctor Pedro de Balbas, catredático de Teología, por falta del doctor Araoz, que no lo fué, y firmólo.

YO EL PRÍCIPE».


Más efemérides del 19 de mayo:

El 19 de mayo de 1559 se comunica al Cabildo de la iglesia Magistral de Alcalá de Henares la Bula del papa Pablo IV por la que nombra un prebendado, cosa que no acepta el Cabildo.

El 19 de mayo de 1609 la incorrupción de las Santas Formas es testificada oficialmente.

El 19 de mayo de 1662 se produce una gran tormenta sobre Alcalá, cayendo un rayo en la ermita del Cristo de los Doctrinos, sin ocasionar daños. Con este motivo se estableció la «Fiesta del rayo» que duró hasta 1909.

El 19 de mayo de 1687 el Ayuntamiento de Alcalá de Henares toma posesión oficial de la concesión del Título de Ciudad.

El 19 de mayo de 1987 se celebra el III Centenario de la concesión del Título de Ciudad, el mismo día en el que tres siglos antes tomó posesión de él el Ayuntamiento.

19 de mayo de… 1564

El 19 de mayo de 1564 el príncipe Carlos, hijo del rey Felipe II, firma su testamento en Alcalá de Henares dejando una dote a Mariana Garcetas, causante de su caída en el Palacio Arzobispal de Alcalá.

Como ya se ha comentado en otras efemérides, después de su caída persiguiendo a la hija del Alcaide del Palacio Arzobispal y su milagrosa recuperación por medio de la intercesión de fray Diego de San Nicolás, el príncipe Carlos, partió hacia Madrid a mediados del mes de julio 1562.

Su salud, que se había recuperado en Alcalá, se volvió a quebrar. Desde su vuelta a Madrid repentinos ataques febriles acosaban al príncipe. Intentando volver a recuperar la salud fue enviado nuevamente a Alcalá en octubre de 1563.

Esta vez, su estancia en Alcalá no se vio acompañada de una rápida mejoría, todo lo contrario, las fiebres aumentaron y su estado llegó a ser tal que llegó a hacer testamento tal día como hoy de 1564, estando en cama, en el Palacio Arzobispal.

Gracias a este testamento, sabemos que el príncipe Carlos «soñó» que San Diego se le presentaba en sueños. También gracias a ese testamento conocemos el cariño del príncipe por la villa de Alcalá en la que había pasado sus tres primeros años de vida y varios más repartidos en su adolescencia, la villa en la que había vuelto de la muerte, por lo que hizo grandes donaciones de dinero a instituciones y congregaciones religiosas de Alcalá.

Y curiosamente en el testamento dejó una dote a Mariana Garcetas, la doncella causante de su caída en el Palacio Arzobispal de Alcalá de Henares.

En él dice que, aparte de los mil ducados que ya le había mandado, donaba a María Garcetas, que en ese momento estaba en el Monasterio de San Juan de la Penitencia de Alcalá de Henares, mil ducados más si entraba como religiosa del Monasterio o tres mil ducados si se casase.

El texto original del testamento dice así:

«En el nombre de Dios amen. Notorio sea á todos los que esta pública scriptura de testamento vieren ó oyeren como yo Don Cárlos por la gracia de Dios hijo primogénito de el Rey Don Philippe, mi padre y mi señor, Príncipe heredero que soy en sus reinos y señoríos de España, Italia, Estados de Flándes, y de las Islas de el mar Mediterráneo y de todas las Indias y Tierrafirme del mar Océano, que llaman el Nuevo Mundo, etc.

[…]

Iten [Del mismo modo] mando, que sobre mil ducados que el Rey mi señor me hizo merced de mandar librar á Mariana de Garcetas, doncella, que al presente está en el monesterio de señor San Juan de la Penitencia de la villa de Alcalá de Henares, para ayuda á su casamiento ó entrar en religion, que si entrare en ella se le den otros mil ducados con que se compre alguna renta de que ella pueda gozar para socorrerse de las necesidades que en particular tuviere; y si se casare, se le den tres mil ducados, de manera que para casarse tenga de dote cuatro mil ducados, y si entrare en religion tenga dos mil ducados.

[…]

Iten por cuanto en el año pasado de mil y quinientos y sesenta y dos, estando yo en la villa de Alcalá de Henares tan enfermo que tuve por llegada mi muerte, prometí á Dios que si él fuese servido darme salud que daria á los monesterios de nuestra Señora de Monserrat, y de nuestra Señora de Guadalupe y al de el Crucifijo de señor San Agustin de la cibdad de Búrgos, á cada uno tres arrobas de oro y nueve de plata, y al monesterio de señor San Francisco de la dicha villa de Alcalá de Henares, do está el cuerpo de el padre que llaman Sancto Fray Diego, prometí en limosna otras tres arrobas de oro y tres de plata; y despues que nuestro Señor fué servido librarme de tan grave enfermedad, deseando cumplir mi voto y promesa, supliqué al Rey mi señor fuese servido mandarlo pagar, y S. M. me hizo merced de encargarse de cumplir el dicho mi voto y de pagar á los dichos monesterios las dichas doce arrobas de oro y treinta de plata; y porque deseo que ansí se cumpla, declaro que si al tiempo de mi muerte no se hobieren pagado, que el Rey mi señor prometió como he dicho de cumplirlo, y que los dichos monesterios ocurran á S. M., á quien de nuevo suplico cuanto puedo me haga merced de mandar que se paguen para que mi voto se cumpla.

[…]

En la Villa de Alcalá de Henares en las casas arzobispales della en viérnes diez é nueve dias del mes de mayo, año del nascimiento de nuestro Señor Jesucristo de mili é quinientos é sesenta é cuatro años, el muy alto é muy poderoso Señor nuestro Don Carlos por la gracia de Dios Príncipe de España, Italia, y de la Baja Alemania, y de las Islas Indias y Tierrafirme de los mares Mediterráneo y Océano, señor deste nombre, hijo primogénito de la Majestad del Rey Don Felipe Segundo, nuestro señor, estando en la cama á lo que parecia enfermo con el buen sexo y entendimiento que Dios le dió, su Alteza dió y entregó á mí Domingo de Zavala, escribano de cámara de S. M. de los que residen en su Consejo Real, é su escribano é notario público, esta escriptura de pargamino cerrada con cuerdas de seda blanca y sellada por dos partes con el sello de las armas de S. A., la cual dijo ser de cinco pliegos, y que la primera foja está blanca, y las ocho siguientes todas escriptas, y en la décima postrera la plana primera della, y que todas las planas escritas, están firmadas de su mano; y dijo y declaró S. A. que esta dicha escriptura es su testamento cerrado y su última voluntad, y que por tal su testamento le otorgaba y otorgó, y que quería y quiere que todo lo en él contenido se guarde, cumpla y ejecute segund é como en él se contiene, y que se abra despues del fin de sus dias y no ántes. Y en fée dello lo firmó de su nombre, siendo presentes por testigos el doctor Don Martin Ramos, rector del colegio mayor y de la universidad desta villa de Alcalá, y el doctor Don Fernando de Balbas, abad mayor della, y el padre fray Alonso de Ontiveros, rector del colegio de señor Santo Tomás, y el padre maestro fray Mancio, catredático de prima de Santa Teología, y el doctor Araoz, comisario general de la Compañía de Jesus, y el padre fray Luis de Estrada, rector del colegio de San Bernardo, y el padre fray Juan de Andrada, guardian de San Francisco desta villa, testigos llamados y por mí el dicho escribano rogados para ello, que asi mismo firmaron aquí de sus nombres. Va enmendado o diz que esta.

Digo que fué testigo á lo susodicho el doctor Pedro de Balbas, catredático de Teología, por falta del doctor Araoz, que no lo fué, y firmólo.

YO EL PRÍCIPE».


Más efemérides del 19 de mayo:

El 19 de mayo de 1559 se comunica al Cabildo de la iglesia Magistral de Alcalá de Henares la Bula del papa Pablo IV por la que nombra un prebendado, cosa que no acepta el Cabildo.

El 19 de mayo de 1609 la incorrupción de las Santas Formas es testificada oficialmente.

El 19 de mayo de 1662 se produce una gran tormenta sobre Alcalá, cayendo un rayo en la ermita del Cristo de los Doctrinos, sin ocasionar daños. Con este motivo se estableció la «Fiesta del rayo» que duró hasta 1909.

El 19 de mayo de 1687 el Ayuntamiento de Alcalá de Henares toma posesión oficial de la concesión del Título de Ciudad.

El 19 de mayo de 1987 se celebra el III Centenario de la concesión del Título de Ciudad, el mismo día en el que tres siglos antes tomó posesión de él el Ayuntamiento.